martes, 7 de abril de 2015

Viaje a las estrellas - en memoria de David Prats

Piera, julio de 1984

DEDICADO A LA MEMORIA DE MI AMIGO DAVID PRATS.

versión extendida aparecida en el Diario Menorca

Cuando acababa mi primer año en el Instituto, nos dijeron que el curso siguiente habría Informática. No sabíamos lo que era, y nos dijeron erróneamente que era como electrónica. Ninguna de las otras dos opciones me apetecía. Era una optativa de dos horas por semana y en contra de varias personas que me aconsejaron no hacerlo, me apunté.
En ese curso nos encontramos unos 20 alumnos. Entre ellos estaba David. Entonces se juntaron nuestros caminos y sólo ahora se han separado.

                                                    David Prats Bonet 1967-2015

2o de BUP (lo que ahora es 4o de ESO) fue un punto de inflexión tanto para David como para mi, pues descubrimos que la Informática era nuestra pasión. Aprendimos el lenguaje BASIC y los fundamentos de la Informática gracias a un profesor que lo implantó cuando nadie sabía lo que era programar. Durante dos cursos fuimos los más entusiastas del grupo. Ambos seguimos estudiando la carrera en Barcelona y ambos iniciamos luego una carrera internacional, trabajando en varios países y viajando por todo el mundo. La suya ha sido mucho más larga que la mía, pues hizo prácticas en Polonia, Finlandia y Francia, antes de trabajar más de 5 años en Londres y 15 en el Banco Central Europeo de Frankfurt. En cuanto a viajes, ha ido a lugares desconocidos para mi como la polinesia, Perú, Australia o Canadá.

Nuestro primer viaje sin la familia lo hicimos juntos. Teníamos 16 años y en 3o de BUP un día nos dijeron que había la posibilidad de ir a hacer unos cursos de verano en Cataluña, subvencionados por el Consell Insular. Casi todos los chicos de la clase nos apuntamos. Había muchos cursos, de  cualquier temática. Todos pensamos que era muy difícil que nos eligieran, como mucho uno o dos podrían ir. No fue así: más de media clase fue. David y yo habíamos independientemente elegido un curso de astronomía en Piera. Nuestros caminos se volvieron a juntar y ya nos hicimos definitivamente amigos.
Era la época del Cosmos de Carl Sagan, que veíamos todas las semanas en la tele y yo aún me planteaba si me gustaba más si la astronomía o la informática.


                                              En el Planetario de Barcelona

Creo recordar que fuimos en barco a Barcelona y una vez allí nos quedamos en casa de uno de mis primos, que trabajaba de Informático en Barcelona. Una lástima que no llegamos a ver su trabajo y los ordenadores que usaban en esa época. Nos perdimos varias veces por la ciudad, pero nos lo pasamos en grande. De allí nos fuimos en autobús a Piera, dónde conocimos a una veintena de chicos de nuestra edad. Había dos monitores que eran astrónomos (uno de ellos mallorquín) y dos estudiantes universitarios como organizadores. Todos ellos fantásticos. Aprendimos sobre el sistema solar, como descubrir la composición química de las estrellas gracias al espectro, vimos algunos episodios de Cosmos, usamos telescopios cerca del cementerio y nos lo pasamos sencillamente genial conviviendo con chicos catalanes de nuestra edad. Mejor que ir de vacaciones y encima gratis.
Ya a la vuelta, pasando nuevamente por Barcelona, vimos las fuentes de Montjuic y regresamos entusiasmados a casa dispuestos a viajar muucho muucho mas.



2 comentarios:

  1. Mis hijas y yo también somos unos amantes de las estrellas, con nuestro telescopio, a veces podemos pasarnos las horas mirando en un hueco de la noche. Es increíble como desde tan pequeño la curiosidad es algo innato en el ser humano, por eso os entiendo cuando os planteabais seguir el camino de las estrellas o el de la informática. Ahí donde estés, David, en el cielo, compartimos también esta afición.

    Nuestros caminos, David, se cruzaron en el curso 90/91 donde hicimos juntos la práctica de DUABD en la Facultad de Informática de Barcelona (FIB), y donde me enseñaste mucho de lo que sé de programación, tu ya eras un experto, quizás por eso o porqué formamos un buen tándem nos pusieron una excelente nota (9) en aquella práctica.

    No sé si fue primero Luis o a ti a quien conocí, lo que está claro es que desde entonces formábamos un grupo inseparable los tres, nuestras charlas interminables primero, luego la distancia propició que esas charlas se convirtieran en interminables cadenas de mails....siempre al final, después de la pasión con que discutíamos, venía la calma, haciendo que el verdadero valor de nuestra relación, nuestra amistad imperturbable, nos pusiera otra vez en el punto de partida, y prevalecieran siempre nuestros enormes lazos. En eso eras un genio.

    También conocí a Kiko por aquellos entonces, en una sala de prácticas de informática de la FIB, nos presentó David o mejor dicho hizo de intermediario pues nos disputábamos el equipo para hacer las prácticas. Él siempre supo estar ahí, con sus amigos, era un generador de buen rollo y se hacía querer mucho. Kiko, tú lo sabes mejor, David se hacía querer.

    Siempre, como a un hermano mayor al que admiras, tuve una gran referencia en ti: "mi amigo David, después de la crisis del 92 en España, tuvo que irse a la mili y luego emigrar....", como cuenta muy bien Kiko, por ello no lo repito aquí, su primera etapa mirando frascos de cristal en aquella fábrica de perfumes de Londres, para luego triunfar con una carrera meteórica en la informática. ¡Qué buen informático, David! Por eso, me enorgullecía cuando te ponía en mis conversaciones: "Mi amigo David, que se fue a la aventura y se supo buscar muy bien la vida, sabe idiomas, tienen un don especial para hacer amigos, etc-etc..., y es un Ingeniero Superior en Informática que tiene la cabeza muy bien amueblá"

    Aquella vez que hablamos durante 1 hora y media al teléfono, tú en Alemania, yo en España, donde yo trataba de animarte a mi manera, quizás ésta y otras fueron pocas las ocasiones que pudimos hablar últimamente, pues nos comunicábamos sobre todo electrónicamente ...

    Aquella última vez que nos vimos fue en Murcia, aquel día ibas en familia, con tus niños y con Veronique, a los que tanto querías. Como me acuerdo de aquel día, como si hubiera sido ayer, y ya han pasado más de tres años.


    David, gracias por brindarnos tu amistad, y por dejarnos tu forma de ser y tu recuerdo, es un lujo que todos los que te hemos conocido podemos tener y compartir con otros: para que perdure para siempre.


    José María García.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por publicar esta nota sobre David. Coincidía con él en un par de proyectos aquí en Frankfurt y siempre fue un compañero serio y de confianza. Le echaré de menos.

    Daniel

    ResponderEliminar