lunes, 7 de diciembre de 2015

Exposición en el Ramis: 25 años de la reunificación de Alemania

En una época en la que nuevos muros se están levantando, es bueno recordar que no hace tanto otros cayeron. El muro de Berlín y el telón de acero sucumbieron cuando nadie lo esperaba. Se cumplen 25 años de la Reunificación alemana y en el IES Joan Ramis i Ramis lo recordamos gracias a la exposición que nos ofrece el Consulado Honorario de Alemania. 

https://drive.google.com/file/d/0BwLv0fnQBxGzMGpWbzc2V24wNUU/view

Tuve la suerte de ser testigo de la situación en Berlín, a ambos lados del muro, unos meses antes de que éste cayera. Era estudiante universitario y conseguí una beca de verano que pocos querían en una ciudad de Polonia a pocos kilómetros de la frontera. No era Erasmus pero la idea era la misma.
Estábamos en 1989 y llegue en tren a Alemania, camino a una Universidad polaca dónde iba a hacer unas prácticas en Informática. La llegada a Berlín fue especialmente emotiva. Para llegar se atravesaba parte de la antigua República Democrática Alemana (RDA), así que había control de pasaportes para entrar en la RDA y luego de nuevo en la República Federal entrando a Berlín. Los policías de la RDA eran muy temidos y desagradables, siempre gritando. Esa noche me despertaron al menos cuatro veces entre pasaportes y control de billetes. Aún recuerdo llegar a Berlín amaneciendo y entre unos bosques muy frondosos. Una vez allí, me sorprendió mucho comprobar que Berlín estaba dividido en zonas, una controlada por cada una de las potencias ganadoras de la 2ª Guerra Mundial. Te encontrabas carteles como: “You are entering the american sector ...”. Era como si la guerra aún no hubiese acabado del todo. Al lado del muro estaba Check Point Charlie. Era un Museo del Muro, un homenaje a la gente había intentado huir de la RDA. Lo habían hecho dentro de maletas, escondidos en algún compartimento de un coche, en globo, etc. No todos lo consiguieron. 



Puerta de Bradenburgo, con el Muro de Berlín

Al pasar el control de pasaportes para entrar en la RDA casi no había cola. Se entraba por un edificio y uno no se daba cuenta de que estaba pasando al otro lado de la frontera. Sólo hablaban en alemán y no entendía nada. No estuve seguro de si había pasado o no hasta que intenté poner un Marco occidental en una cabina telefónica y no me funcionó.

Recuerdo que en la mochila llevé dos rollos de papel higiénico, pues ya me habían avisado de que en los baños públicos, en el mejor de los casos, había papel de periódico, algo no muy cómodo. Con la beca en Polonia me pagaban unas 500 Ptas / 3€, pero tenía el alojamiento gratis. Durante la estancia hice cálculos y con eso se podía vivir. Gasté mucho más gracias a los dólares y marcos alemanes que llevé y que iba cambiando en el mercado negro. La gente compraba monedas fuertes como el Dólar o el Marco para evitar la inflación, que era terrible. En un mes pagaban el doble por cada Dólar.
La vuelta a Berlín en tren fue accidentada: nos pararon y registraron el compartimento varias veces. Debía haber contrabando. Mis compañeros (a quienes por suerte no conocía) llevaban varias chaquetas a la vez, una sobre otra, y muchísimo equipaje. Los guardias registraron hasta desmontando las butacas. Por desgracia se quedaron detenidos. Al llegar a Berlín Este me dieron un visado de tránsito por 24 horas, así que di un paseo por la ciudad (bastante triste) y vi algunos parques. Creo que sólo llevaba pan y chocolate para comer.
Esperando mi turno para regresar a la RFA llegué a pensar que pasaría si llegaba a perder mi pasaporte. Un polaco que conocimos y que nos llevó de camping durante nuestra estancia nos comentaba que en las empresas había infiltrados de la policía política y que no veía una salida cercana a su situación de aislamiento.
Cuando ahora les cuento a mis alumnos que Europa y Alemania estaban divididas, les suena a algo de otro tiempo. Sin embargo, sólo han pasado 25 años. Por eso es importante recordarlo en la exposición que se realiza en el Ramis durante estos días. La caída del muro de Berlín permitió la reunificación de Alemania, cambió la vida a los ciudadanos de los países del Este y posibilitó una Europa unida. Fue un gran hito histórico a recordar y rememorar. Os invito a visitar la exposición y descubrir los detalles de como fue posible.

Kico Borrás Palmer - profesor y coordinador Erasmus del IES Joan Ramis i Ramis 


https://drive.google.com/file/d/0BwLv0fnQBxGzRjhPR3lXM1RpeFk/view?usp=sharing
artículo en el Diario Menorca (12/12/2015)

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